Si no sabes lo que es ElderCity pincha aquí: ElderCity Parte 1.
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En el tipo de vida que lleva Wolowt, los días no cuentan, el tiempo pasa frente a los indiferentes ojos de una mente activa concentrada en la costumbre. Es cuando el cuerpo se apaga y se resguarda en la seguridad de un capullo hermético que nuestros pensamientos se atreven a abandonarlo y nuestras ilusiones insatisfechas salen a divertirse.
Por lo tanto, hablaremos de las noches.
En la primera noche, nada en absoluto.
Como tampoco en la segunda.
Ni siquiera en la tercera.
Sin embargo, la cuarta es especial...
es especial porque no hubo cuarta.
Es especial porque ningún ápice de seguridad se palpó esa noche.
Es especial porque transcurrió delante de la hoguera, echando vistazos temerosos por detrás del hombro de cuando en cuando, en dirección a la puerta, esperando o, más bien temiendo, cualquier tipo de sonido que despertase un cuerpo que no dormía.
Es especial porque, si bien no fué provechosa, reparadora o tranquila, fué desacostumbrada, incómoda y anormal.
...
...
..*Knock,Knock,Knock*
...
...
..*Knock,Knock,Knock*
Demorado por la imposibilidad de unos ojos adormilados a esa hora de la tarde, Wolowt se sorprendió dejando abrirse la puerta sin correr cerrojo alguno o darle un segundo de importancia.
Blog personal de un jóven activo que se ha cansado del más perfecto anonimato.
domingo, 26 de junio de 2011
sábado, 25 de junio de 2011
ElderCity;;; Parte 3.Rechazo.
Si no sabes lo que es ElderCity pincha aquí: ElderCity Parte 1.
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Preguntándose algo muy parecido a ello, nuestro heróico, intrépido abrepuertas se decide a echar otro vistazo al interior del sobre.
¡Un papel! ¡Un papel que más bien era un pequeño residuo de lo que se adivina una carta yacía ahora en su palma, con tan sólo tres letras de lo que se presumía un vocablo, cortado en ambas direcciones por una curva irregular y violenta, abismo de inexistencia, pegamento con un pasado reciente, anterior al sonido tras la puerta, anterior a que la trajese...
¿Quién?
¿Por qué alguien habría de tomarse la molestia de traer una carta hasta aquí y luego rasgarla, así, sin más?
¿Era su plan que la leyese, mas decidió arrepentirse en el último momento?
¿Acaso se había demorado demasiado en atender el pórtico?...
No, nadie pudiera ser tan impaciente...
¿O su deseo podría ser que recompusiese la carta, como un pasatiempo... un enigma... un puzzle?
Miró de nuevo las tres letras, tres que no parecían significar nada, cuya presencia tenía más de tormento que de ayuda, así que, ¿por qué no?¡Fuera de aquí!¡Arrástrate en la brisa con tus íntimas amigas, si eres capaz de alcanzarlas, despojo tullido!
Malhumorado, estrujó el sobre con las manos y lo arrojó cuan lejos pudo, en compañía de su furia tras esa línea que dividía su vida en dos dimensiones opuestas.
Tras esa puerta que rara vez dejaba pasar el aire.
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Preguntándose algo muy parecido a ello, nuestro heróico, intrépido abrepuertas se decide a echar otro vistazo al interior del sobre.
¡Un papel! ¡Un papel que más bien era un pequeño residuo de lo que se adivina una carta yacía ahora en su palma, con tan sólo tres letras de lo que se presumía un vocablo, cortado en ambas direcciones por una curva irregular y violenta, abismo de inexistencia, pegamento con un pasado reciente, anterior al sonido tras la puerta, anterior a que la trajese...
¿Quién?
¿Por qué alguien habría de tomarse la molestia de traer una carta hasta aquí y luego rasgarla, así, sin más?
¿Era su plan que la leyese, mas decidió arrepentirse en el último momento?
¿Acaso se había demorado demasiado en atender el pórtico?...
No, nadie pudiera ser tan impaciente...
¿O su deseo podría ser que recompusiese la carta, como un pasatiempo... un enigma... un puzzle?
Miró de nuevo las tres letras, tres que no parecían significar nada, cuya presencia tenía más de tormento que de ayuda, así que, ¿por qué no?¡Fuera de aquí!¡Arrástrate en la brisa con tus íntimas amigas, si eres capaz de alcanzarlas, despojo tullido!
Malhumorado, estrujó el sobre con las manos y lo arrojó cuan lejos pudo, en compañía de su furia tras esa línea que dividía su vida en dos dimensiones opuestas.
Tras esa puerta que rara vez dejaba pasar el aire.
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viernes, 24 de junio de 2011
ElderCity;;; Parte 2. Problema.
Si no sabes lo que es ElderCity pincha aquí: ElderCity Parte 1.
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...
...
..*Knock.Knock KNOCK!*
-¡Sea quien fuere, le ruego que espere!¡Tan sólo ocho o diez minutos, lo que en abrir me tomare!
Un sonido rasgado con olor a escuela y silencio de nuevo.
Los minutos pasan, y Wolowt llega a la puerta.
Suspiros obligados, cadenas y cerrojos abriéndose, resonando desde el fondo de un alma y un chirrido que bien acusa algo más que una muda añoranza por el aroma del barniz.
Otro suspiro, al pensar en el mundo de distancia y esfuerzo físico que separa el trayecto del suelo a los ojos. Y otro más, orquestado por crujidos no muy melódicos, al recoger con manos temblorosas aquel sobre que ensuciaba el porche con su insultante, limpia blancura.
No sólo un sobre,
un sobre abierto.
Un sobre abierto y totalmente vacío.
En tanto que Wolowt se disponía a entrar a la casa con su nueva y liviana adquisición de material reciclable para su chimenea preferida y, como para querer contradecir nuestra simpática narración, un buen puñado de trozos de papel caen del sobre, tras lo que salen a cabalgar las corrientes de aire que siempre se forman en momentos como aquel.
¡Maldición! ¿Qué habría en esos papeles que su existencia desafía los sentidos de un hombre viejo y un narrador artero por igual?
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..*Knock.Knock KNOCK!*
-¡Sea quien fuere, le ruego que espere!¡Tan sólo ocho o diez minutos, lo que en abrir me tomare!
Un sonido rasgado con olor a escuela y silencio de nuevo.
Los minutos pasan, y Wolowt llega a la puerta.
Suspiros obligados, cadenas y cerrojos abriéndose, resonando desde el fondo de un alma y un chirrido que bien acusa algo más que una muda añoranza por el aroma del barniz.
Otro suspiro, al pensar en el mundo de distancia y esfuerzo físico que separa el trayecto del suelo a los ojos. Y otro más, orquestado por crujidos no muy melódicos, al recoger con manos temblorosas aquel sobre que ensuciaba el porche con su insultante, limpia blancura.
No sólo un sobre,
un sobre abierto.
Un sobre abierto y totalmente vacío.
En tanto que Wolowt se disponía a entrar a la casa con su nueva y liviana adquisición de material reciclable para su chimenea preferida y, como para querer contradecir nuestra simpática narración, un buen puñado de trozos de papel caen del sobre, tras lo que salen a cabalgar las corrientes de aire que siempre se forman en momentos como aquel.
¡Maldición! ¿Qué habría en esos papeles que su existencia desafía los sentidos de un hombre viejo y un narrador artero por igual?
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ElderCity;;; Parte 1. Presentación.
ElderCity es una fábula corta que voy a ir escribiendo éstos días parte a parte, donde la cantidad y temática de cada parte está orientada por una fórmula derivada del análisis sobre storytelling "A Hero's Journey".
Otro dato de interés es que se puede dar la posibilidad de que borre el contenido de las entradas y lo cambie por algo totalmente distinto, para adaptarlo mejor a una longitud arbitraria o porque tenga más sentido.
El motivo principal de hacer ésto es placer y recuperar y pulir mi fluidez y mi manera especial de escribir.
Sin más ni más, os dejo con ElderCity:
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Bienvenido, lector, a nuestra silenciosa ciudad.
Un lugar donde la arruga abunda y las aventuras son cosa de un pasado que no le importa ni a los libros de historia.
Un lugar en el que el descanso es la prima, aún estando el eterno a la vuelta de la esquina.
Un lugar en el que la sabiduría se reune en cantidades enormes, para amargarse y perderse a un ritmo de cosecha.
Bienvenido, lector, a ElderCity, y al hogar del protagonista de nuestra corta fábula, un hombre de espalda curvada y bastón firme, enterrado en una barba gris y compacta, enredada y casi autónoma por méritos propios.
Un anciano, como todos en ésta ciudad.
Como todos, quizá, en éste mundo.
Wolowt comparte la misma mirada de pasión enterrada que el resto de sus vecinos, ¡eso no lo dudéis!. Pero le hemos elegido para ésta historia porque, a diferencia de los demás, él está destinado a éstos fuertes golpes arrítmicos en su puerta:
*Knock, knock. Kno-knock!*
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Otro dato de interés es que se puede dar la posibilidad de que borre el contenido de las entradas y lo cambie por algo totalmente distinto, para adaptarlo mejor a una longitud arbitraria o porque tenga más sentido.
El motivo principal de hacer ésto es placer y recuperar y pulir mi fluidez y mi manera especial de escribir.
Sin más ni más, os dejo con ElderCity:
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Bienvenido, lector, a nuestra silenciosa ciudad.
Un lugar donde la arruga abunda y las aventuras son cosa de un pasado que no le importa ni a los libros de historia.
Un lugar en el que el descanso es la prima, aún estando el eterno a la vuelta de la esquina.
Un lugar en el que la sabiduría se reune en cantidades enormes, para amargarse y perderse a un ritmo de cosecha.
Bienvenido, lector, a ElderCity, y al hogar del protagonista de nuestra corta fábula, un hombre de espalda curvada y bastón firme, enterrado en una barba gris y compacta, enredada y casi autónoma por méritos propios.
Un anciano, como todos en ésta ciudad.
Como todos, quizá, en éste mundo.
Wolowt comparte la misma mirada de pasión enterrada que el resto de sus vecinos, ¡eso no lo dudéis!. Pero le hemos elegido para ésta historia porque, a diferencia de los demás, él está destinado a éstos fuertes golpes arrítmicos en su puerta:
*Knock, knock. Kno-knock!*
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