jueves, 1 de julio de 2010

Mezcolanza

Levántome dolorido, bofetada vespertina de mi criada y amante, Necesidades.
Si, vespertina, pues alguien de mi posición vive por las noches, duerme por las mañanas y se levanta una de cada tres tardes.

Tarde con enjundia y sentío, lo más seguro. Como la de ayer, la de anteayer y la del día de más allá. Víspera de exámen y todo parece igual, en mi cabeza sólo cabe mi desorden de prioridades. Que si piensa cosas bonitas, que si escribe cosas inútiles, que si vete con la bici a la montaña, que si practica tu expresión gestual, que si habla en inglés, que si amplía tu cultura, que si pierde el tiempo en ésto, que si piérdelo en aquello, que si estás descuidando ésta o la otra ambición, que si tu futuro no está aquí, que haces que no vas a buscarlo.

Proyectos, proyectos y proyectos, sólo me acuesto con lo imposible mientras dejo que lo presente y real se meta en mi cama cuando ya estoy dormido.

Y después meditación, soy lo que soy, me gusta lo que soy, azuzándome, flagelándome con el pensamiento de que lo mío sea una enfermedad sin remedio para ganar ímpetu en mis aspiraciones... Pero si con todo eso me gusta, ¿cúanto más me gustaría si pudiera ser lo mismo sin tener que empuñar el látigo?

Al final todos los caminos convergen en la esperanza, nada va a evitar que posea éste y el resto de días que me quedan, sólo necesito otro poco de grow up, una pizca de hard up y un poquito de shut up, y ahí que voy a buscarlos.

¡Buenas tardes!

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